En la eucaristía celebrada en el multiusos de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) monseñor Rodríguez indicó que desea guiar su servicio en esta arquidiócesis “al estilo de Jesús Buen Pastor”, que es manso y humilde de corazón, enfocada en dos dimensiones, que son inseparables en la vida de cualquier bautizado, la mística y la profética.
“La dimensión mística me mantiene unido a aquel que me ha llamado, al dueño de la Iglesia, al dueño de la vocación, al dueño del redil, a Dios. La mística que implica tener la mente y corazón puestos en Dios en todo momento, orientados hacia Dios, quien es el principio y el fundamento del obispo y de la Iglesia. Todo con Dios, nada sin Él”, profesó monseñor.
“La profética, que implica tener los pies muy bien puestos en la tierra. Los ojos bien abiertos para ver y entender, no según mi capricho sino al modo de Jesús, la situación que vive el mundo, la política local y global, la situación económica y social, los aciertos y desaciertos, las incoherencias en algunas políticas”, continuó explicando.
La dimensión profética vela por el cumplimiento de los derechos fundamentales del ser humano, yo pienso en el primer derecho que tiene el ser humano, el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte”, agregó.
El multiusos de la Pucmm estaba completamente lleno de la feligresía tanto de Santiago como de La Vega, quienes despedían a monseñor Breton Martínez y daban la bienvenida a Monseñor Rodríguez Rodriguez.
En la toma de posesión, junto con monseñor Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, arzobispo saliente, los obispos, sacerdotes, diáconos y presidentes de asamblea, y feligreses de estas dos diócesis, también se encontraba el presidente Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña, así como distintos ministros y funcionarios del Gobierno.
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